hacia el mar de tu mirada,
atrapándome en un torbellino
de inmensa locura.
La luna atesora mis confesiones
que celosamente escucha,
mientras las estrellas me delatan
con el dulce viento que me embriaga.
Sólo la pluma vuela
en los sueños de esperanzas
y naufraga en los lagos
de la ternura que regalas.
El barco de mis sentimientos
pierde el sentido común,
cada vez que ingresa
en el océano de tu existencia.
Eres la estrella que me guía
en una sombría tempestad,
para llegar hacia el puerto
de mi adoración tan esperada.
Ya no se como decirlo,
has anclado en mi alma,
desembarcando en mis ilusionesde estas cálidas aguas.
El conde Seba